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Bajar durante todo el año la cantidad de calor o de frío que entra en el hogar
El aislamiento térmico en el interior de una bajo cubierta se encarga todo el año de reducir la cantidad de frío o de calor que entra. El aislamiento soplado es la mejor alternativa (y la más usada) para las bajo cubiertas con presencia entre tabiques palomeros. No hacen falta obras, por lo que es un método asequible y fácil, capaz de ahorrar y de proteger al mismo tiempo. Y es que el aislamiento soplado se basa en la aplicación en abierto de materiales a granel.
Acerca de los tabiques palomeros
Por su parte, los tabiques palomeros, también conocidos como tabiques conejeros, se yerguen por medio de unos ladrillos que van apoyándose por sus extremos sobre otros, de ahí que queden huecos abiertos que se reparten de manera regular. Hay que recordar que el resultado de emplear tabiques palomeros para aguantar la cubierta del tejado son espacios abiertos sin rellenar, lo que es conocido como bajo cubierta.
No podemos dejar pasar por alto que las bajo cubiertas son las zonas que pierden más energía de toda la vivienda. El aire frío tiene más peso que el aire cálido, el cual sube hasta lo alto de la vivienda; para tratar que no se vaya el aire caliente del hogar, lo más conveniente es aislar el interior de la bajo cubierta por medio del aislamiento soplado, para lo que hará falta repartir el material aislante a granel y con un espesor grande.
Materiales que se usan en el aislamiento soplado
Para el soplado han de utilizarse una serie de materiales que favorecerán el aislamiento térmico; entre estos materiales podemos citar los siguientes:
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Corcho granulado
Se trata de un aislamiento que se obtiene de la corteza de alcornoque, merced a un procedimiento en el que se hierve y se tritura; el resultado es la lignina natural, que sirve para que el material se aglomere en diminutos gránulos de manera natural.
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Lana mineral
Del reciclaje de vidrio (sílice transformado), calentándolo hasta mil seiscientos grados en estado líquido, se consiguen hilos-fibras que se van entrelazando, dando como resultado la lana mineral a granel.
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Lana de roca
Se trata de un material que se fabrica a partir de la roca volcánica. Pertenece a la familia de las lanas minerales y suele emplearse por lo general como aislamiento térmico y para proteger pasivamente de la amenaza del fuego en la edificación. La roca basáltica o diabasa se funde a más de mil seiscientos grados en un horno, lo que la hace volver a su estado de lava primigenio. Luego, merced al centrifugado, la lava se convierte en fibras; más tarde se pulveriza un ligante orgánico y se acopian las fibras, dando lugar a un colchón de lana primaria. El colchón resultante deberá comprimirse, para, finalmente, obtener su forma final.
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Celulosa
Este aislamiento está compuesto por papel de periódico reciclado y por fuentes de papel como periódicos que de otra manera podrían acabar en vertederos, liberando así gases de efecto invernadero conforme se descomponen. La celulosa está formada de fibra de papel reciclado (suele ser papel de periódico ya usado) en un porcentaje que anda entre el setenta y cinco y el ochenta y cinco por ciento; el porcentaje restante suele ser un elemento que retrasa la propagación del fuego, como por ejemplo, el ácido bórico.
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Perlas de poliestireno con grafito (EPS)
Son el aislamiento resultante de la polimerización del estireno, que a su vez deriva del petróleo (termoplástico). Usa un producto de gránulos de poliestireno expandido, con revestimiento de grafito que resulta exclusivo en el mercado y muy ventajoso.